La esencia del Feng Shui, cuyo significado literal es Viento y Agua, es la correcta circulación del Chi. El Chi (Qi) es conocido como la fuerza vital, el “aliento del dragón”. Aunque es difícil de definir, se puede considerar como la energía vital que sostiene todas las cosas.
Casi todas las culturas tienen una palabra para expresar este concepto. En hebreo, es el Ruah (espíritu, viento o hálito). En japonés, se emplea el término Ki, de suma importancia en las artes marciales y en la meditación. En sánscrito, se conoce como el Prana. Así, muchas culturas tienen conocimiento y manejo del Chi.
Para los chinos, existe un Chi en toda cosa viviente y no viviente. En el cielo, hay Chi Celestial; en la tierra, hay Chi Terrestre; y en los hombres, hay Chi Vital.
Según la medicina china (la acupuntura), el Chi Vital circula en nuestro cuerpo a través de los meridianos. Cuando el Chi se estanca, vienen las enfermedades y el acupuntor actúa para reestablecer el flujo armonioso del Chi.
El Feng Shui estudia qué tipo de Chi llega a una casa, cómo ese Chi recorre la casa a través de habitaciones y pasillos entrando y saliendo por puertas y ventanas, dónde se acelera o estanca y cómo puede corregirse ese flujo energético con la correcta aplicación de sus técnicas.
Chi Positivo y Chi Negativo
El Chi puede ser positivo o negativo. Existe el Sheng Chi, que es el Chi positivo, que da vida y se mueve en forma ondulante. Cuando el Chi fluye positivamente, las personas disfrutan de una existencia armónica. Por otro lado, existe el Sha Chi, que es el Chi negativo. Este debilita y se mueve en línea recta. Cuando una casa tiene un Sha Chi, es porque el Chi está estancado o se ha acelerado. Las personas tendrán problemas en su vida cotidiana, en salud, en sus metas o relaciones.
No es necesario tener un sexto sentido para revisar el Chi de un lugar. Basta que observemos con nuestros cinco sentidos. Cuando la tierra es fértil y vemos árboles frondosos, césped verde y un jardín que florece, eso es síntoma de buen Chi. Un lugar lleno de malezas o la tierra gastada por la erosión, árboles débiles son signos de Sha Chi. Animales salvajes o domésticos sanos, canto de pájaros significan buen Chi. Mientras que la presencia de ratas o perros flacos y de feo aspecto son muestras de mal Chi. Cuando una casa está limpia, ordenada, con luz y ventilación adecuada, y las personas tienen amor y alegría, hay un Sheng Chi. Por el contrario, una casa desordenada, oscura, donde reina el conflicto y las discusiones, tiene un Sha Chi.
Asimismo, el Feng Shui nunca recomendaría una casa que esté al frente o cerca de un lugar conflictivo relacionado con la violencia, la muerte, el dolor o la enfermedad, como un hospital, un cementerio, un matadero, un burdel o una estación de policía. Totalmente opuesto serían lugares con buen Chi, como un parque, una plaza, un jardín infantil, una biblioteca, lugares de servicio público, una casa de la cultura, un centro vecinal o un lugar de medicina alternativa o crecimiento personal.