Estocolmo, 13 de marzo de 2012
A quien le pueda interesar,
El artículo 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño de UNICEF estipula que todo niño/a tiene derecho a ser protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que sea dañino para él/ella o que dificulte su escolarización. Hemos de velar todos para que este artículo no se viole. Se trata de nuestra responsabilidad social.
Por definición, el mayor escudo protector entre el niño/a y el medio que le rodea son los padres y madres.
En Dinamarca tenemos a una de las madres más valientes que se atreve a cumplir esta Convención de las Naciones Unidas. La conocimos en una serie de entrevistas de Youtube tituladas “MODIG MOR tager barn ud af skolen pga. Sundhedsskadelig straling!”, en las cuales Sanne, que así se llama esta madre, explica que ha sacado a su hija del colegio debido a su preocupación por los efectos de los campos magnéticos sobre la salud. Su hija se quejaba de dolores de cabeza y estómago, problemas de la piel, cansancio y palidez cuando iba al colegio. Mientras autoridades y científicos discuten sobre la causa de estos síntomas – y usted, que lee esto, quizá no esté de acuerdo con las conclusiones de Sanne-, esta valiente madre ejerce su responsabilidad parental llevándosela de un entorno que ella considera perjudicial.
Los cuatro vídeos están disponibles en http://www.youtube.com/creatrix13 (vídeo nº 996-999, sólo en danés por el momento) y han sido producidos por Morten Julius, quien ha realizado numerosas entrevistas alucinantes, bastante duras y extremadamente interesantes a gente como Siannette Kwee, Manfred Doepp o Barrie Trower, bajo el título de “The Human Project / Bevolution.org”.
Dicha entrevista dividida en 4 vídeos presenta a los niños como el futuro del mañana, y cómo estos niños están expuestos a la radiación en todo su cuerpo, 24 horas al día 7 días a la semana, dondequiera que estén. Estas exposiciones son una combinación de varios campos electromagnéticos, entre otros los campos magnéticos de radiofrecuencias y de baja frecuencia, así como las microondas generadas por los dispositivos de comunicación inalámbrica, como por ejemplo los sistemas WiFi, los teléfonos inalámbricos, los teléfonos móviles, torres de telecomunicaciones, etc.
Su hija Natasja de 12 años aparece en una entrevista paralela (cuya traducción inglesa se está realizando actualmente -ir a http://www.youtube.com/creatrix13 , entre los vídeos 1015-1020), hablando sobre importantes verdades de la radiación no ionizante que los adultos no han llegado a comprender.
Se trata de una madre fantástica y muy valiente que- en contra de las recomendaciones de los expertos locales- ha alejado a su hija del tornado electromagnético tecnológico e inalámbrico en que se ha convertido hoy en día el entorno escolar.
No ha habido mucho debate público sobre si los niños necesitan realmente estos sistemas inalámbricos en su trabajo escolar, o si detrás de estas “modernizaciones” hay razones pedagógicas respaldadas por profesores profesionales. Se debería abrir un debate sobre estos temas, en lugar de tomar decisiones sin consultar a los padres. Son los niños los que sufrirán las potenciales consecuencias sanitarias de estar expuesto constantemente, y no tienen ningún poder de decisión en el asunto. La exposición a la radiación por microondas artificiales es mil millones de veces - o másmayor a los niveles de fondo natural.
En toda sociedad se deben proteger los derechos básicos de los ciudadanos. Si la sociedad no cumple con su deber, los ciudadanos deben hacerlo. La Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU y la Convención sobre los Derechos del Niño de Unicef garantiza la protección del derecho a la vida y la protección del medio humano. Pero tal vez los padres como Sanne deban alejar a sus bienes más preciados de exposiciones perjudiciales que están fuera de control, y que los científicos ya habían advertido. Hace unos 100 años aprendimos la dura lección de la radiación ionizante y de la necesidad de tomar rigurosas medidas sanitarias. Hoy debemos afrontar abiertamente que debemos volver a sentarnos en la escuela de la vida y aprender nuevamente. Pero esta vez la lección trata de la radiación no ionizante.
Además, el día a día de muchos jóvenes consiste en estar siempre conectados y siempre disponibles. El uso intensivo de teléfonos móviles, ordenadores y WiFi supone un grave riesgo para la salud, según un nuevo estudio sueco realizado por la estudiante de doctorado Sara Thomée, de la Sahlgrenska Akademin, de la Universidad de Goteborg. El desarrollo de las nuevas tecnologías ha sido rápido y mucha gente joven siente una fuerte necesidad de estar siempre en contacto con sus amistades y de estar al día de las noticias de Internet. Pero todo esto tiene un coste, que estos jóvenes usuarios/as, adictos a ordenadores y móviles pagan en forma de insomnio, estrés, y enfermedad mental.
Madres y padres, ¿estáis preparados para esto? Si no lo estáis, ved atentamente el vídeo más reciente de Morten Julius. Podría ser un vídeo que nunca olvidéis. Nunca. Vosotros los padres y madres podéis ser la puerta hacia un futuro saludable y seguro, basado en la necesidad y no en la avaricia. Con mis mejores deseos,
Atentamente: Olle Johansson
(Olle Johansson, Profesor adjunto de la Unidad de Dermatología Experimental de Neurociencia Karolinska Institute 171 77 Estocolmo Suecia)